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jueves, 9 de enero de 2014

LA DESTRUCCIÓN DE LA AMÉRICA HISPANA POR LOS INGLESES . EL PLAN MAITLAND.

El Plan Maitland en la destrucción de la America del sur Española. Nadie sabía de su existencia. Durante 184 años el Plan Maitland permaneció oculto en archivos británicos. Cuando Rodolfo Terragno lo descubrió, se produjo un giro en la historia de America Española del Sur. Ningún hallazgo la había modificado antes de tal manera. El plan, presentado por Sir Thomas Maitland en 1800 al primer ministro británico William Pitt, preveía tomar Buenos Aires y luego, desde Mendoza, cruzar los Andes para "separar" al Reino de Chile y seguir en barco para hacer lo mismo con el Reino de Perú. Maitland fue un oficial naval, escocés como la gran mayoría de sus vinculaciones, miembro del Parlamento y compañero de George Canning en aquella Cámara. Así como él también, integrante de la Junta de Contralor (poderoso organismo del ente paraestatal llamado “Compañía de las Indias Orientales”. Digamos una organización que, por una parte fueron los herederos legítimos de filibusteros a lo Cook, Cavendish o Morgan; y por la otra, revestidos con rasgos más o menos civilizados al uso de un Cuartel General o de un Estado Mayor; como herramienta para todos aquellos que planeaban nuevas conquistas, no sólo en la India, sino también en el Caribe y en Sudamérica). Maitlan junto con Canning fueron Consejeros Privados de la Corona (a partir del 8 de abril de 1807). A Canning se le decía entonces “el heredero de Dundas”, ¿cómo lo llamarían a Maitland? Posteriormente Canning fue Canciller entre 1807 y 1809 por recomendación de Wellesley (hermano del que entonces ya estaba en Portugal). En 1783 William Pitt, segundo hijo de quien fuera Jefe de Gabinete de los reyes Jorge II y Jorge III, es nombrado Primer Ministro y Ministro de Finanzas. Su gobierno, que duraría 17 años, se iniciaba cuando el no tenía 25. Once años después, en 1794, desdobla un ministerio, colocando al Duque de Pórtland como Secretario de Estado de Interior, y lo separa de los negocios de la guerra que conserva Henry Dundas, Secretario de Guerra desde la asunción de Pitt. En este contexto del poder aparece Maitland vinculado a Dundas, “el más firme promotor de acciones británicas en Hispanoamérica”, y gracias a él tiene acceso directo a Pitt. Porque Dundas, un escocés muy hábil políticamente, fue la sombra de Pitt y viceversa. Maitland también estaba vinculado, a través de Dundas, a Sir John Coxe Hippisley, otro miembro del Parlamento y oficial del ejército de la Compañía de Indias Orientales. Hippisley era un buen conocedor de todos los temas sobre una posible acción militar en Hispanoamérica, porque había participado de las reuniones celebradas por Dundas con este motivo. Y ha participado en ellas en calidad de asesor, porque había reunido abundante información de fuentes insospechadas. Hippisley vivió muchos años en Roma donde hacía tareas de espionaje para el gobierno británico, y fue allí donde obtuvo “información sobre los modos de atacar los Reinos Americanos Españoles”, todo lo cual paso a referir y analizar a continuación. Faltaban aún diecisiete años para que San Martín iniciara su campaña separatista. La existencia de este plan desmiente los supuestos de historiadores clásicos. Mitre, por ejemplo, sostenía que "así como la vida de Colón está encerrada en su idea de ir al oriente por occidente, la de San Martín está encerrada en la de llevar el proceso separador a través de la cordillera y el Pacífico, hasta Lima". José Pacífico Otero decía que a -nadie más- podría habérsele ocurrido. Hoy podemos afirmar, en cambio, que San Martín no emprendió su gesta confiando sólo en su intuición, sino que había accedido en Inglaterra a preciosos documentos sobre Sudamérica y los modos de ocuparla. Este plan demuestra que San Martin preparó cuidadosamente su campaña en Londres. San Martín, "era un militar Español y un estratega y, como tal, un estudioso; no un aventurero". El plan fue titulado el Plan para capturar la ciudad de Buenos Aires y el Reino de Chile y luego extender su accionar hasta el Reino de Perú y el Reino de Quito. Gran Bretaña estaba por entonces en guerra con el Imperio Español y Francia en las guerras napoleónicas, y estaba tratando de ampliar su influencia en la América del Sur Española ya que la pérdida de las 13 colonias inglesas de América del Norte, que se había separado del gran bretaña, algún tiempo antes. El plan consistía en: Tomar el control de la ciudad de Buenos Aires. Tomar posición en la ciudad de Mendoza. Coordinar acciones con un ejército separatista chileno. Cruzar los Andes. Derrotar al Ejercito Real y tomar el control del Reino de Chile. Continuar a través del mar y conquistar al Reino de Perú. El plan nunca resultó a Gran Bretaña. Ellos dos veces intentaron tomar las ciudades de Buenos Aires y Montevideo durante las invasiones inglesas del Río de la Plata , pero fueron derrotados por el Ejercito Real y las milicias Reales. Las acciones militares británicas contra la Sudamérica española cesaron, cuando el imperio Frances se volvió en contra del Reino de España y la propia Gran Bretaña se alió interesadamente con la resistencia Española. Según el historiador Felipe Pigna , José de San Martín fue introducido en el plan por los miembros de la logia fundada por Francisco de Miranda y el escocés lord James Mac duff . Con la finalidad de tomar esas “valiosas posesiones”, Maitland propuso: 1. Ganar el control de la ciudad de Buenos Aires. “Debería realizarse un ataque sobre Buenos Aires”. Para eso, Maitland consideró que harían falta 4.000 soldados de infantería; unos 1.500 de caballería; “con una proporción de artillería”. 2. Tomar posiciones en la ciudad de Mendoza. “Subsecuentemente a la captura de Buenos Aires el objeto debería ser enviar a un cuerpo a tomar posiciones al pie de la ladera oriental de los Andes, propósito para el que la ciudad de Mendoza es indudablemente la más indicada.” 3. Coordinar acciones con un ejército de separatista de Chili(así llama a Chile). Este otro ejército debería consistir en 3.000 soldados de infantería y 400 de caballería “con una proporción de artillería”. La mitad de la infantería debería “proceder de Inglaterra al Cabo de Buena Esperanza en barcos destinados últimamente a (…) Sudamérica”. La otra mitad debería ser “dotada por India, y proceder, cuando esté lista, directamente a la Bahía Botany”, en Australia, a los efectos de navegar luego a Sudamérica. El objetivo de tal ejército debería ser “indudablemente el Reino de Chili”. Debía atacar Valparaíso o Santiago o, “si encontrara que los Españoles se hallen en fuerza tal como para hacer que un inmediato ataque sobre Valparese o St. Iago sea imposible en el primer momento, actuar sobre el Río Biobío y fortificarse mediante una inmediata conexión con los indios.” 4. Cruzar los Andes. “El cruce de los Andes desde Mendoza a las partes bajas de Chili es una operación de cierta dificultad (…) Aún en verano el frío es intenso; pero con tropas de cada lado cuesta suponer que nuestros soldados no pudieran seguir “una ruta que ha sido adoptada desde hace mucho como el más deseable canal para importar negros al Reino de Chili.” 5. Derrotar al Ejercito Real y controlar el Reino de Chile. El objetivo de esta etapa era “aniquilar el gobierno del Reino de Chili” y convertir a ese pueblo en “un punto desde el cual podríamos dirigir nuestros esfuerzos contra las provincias más ricas”. Esta era la tarea a cumplir por las fuerzas unificadas del ejército que debía cruzar los Andes y el que llegara por mar. 6. Proceder por mar al Reino de Perú. “Si este Plan tuviese éxito en toda su extensión, el Reino de Perú debería quedar pronto expuesto a una captura segura.” y “últimamente nosotros podríamos extender el sistema colonial, usando la fuerza si fuere necesario.” Lo indicado era para evitar toda violencia innecesaria. “Un coup de main (en francés en el original) sobre el puerto del Callao y de la ciudad de Lima podría en verdad probablemente ser exitoso y mucha riqueza sería ganada por los captores, pero este mero éxito, a menos que fuera asistido por nuestra capacidad de mantenernos en el Reino de Perú, podría terminar últimamente excitando la aversión de los habitantes contra cualquier futura conexión, de cualquier clase, con Gran Bretaña.” 7. Emancipar el Reino de Perú. “El fin de nuestra empresa debía ser indudablemente la emancipación del Reino de Perú y el Reino de Quito.”


 
 

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