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lunes, 12 de enero de 2015

La Manila española "será" otro atractivo turístico de Filipinas

  • El barrio español de Manila se convertirá en un núcleo del ocio y la cultura.
  • Hoy ofrece un aspecto decadente, invadido por cientos de chabolistas y con algunos de sus edificios emblemáticos en estado cochambroso.
  • Destaca el Fuerte de Santiago, edificado por primera vez en 1571.
  • La ciudad amurallada fue el centro administrativo de Manila hasta que terminó la era colonial española en 1898.


  • Aquel imperio "en el que no se ponía el sol" puso nombre a estas islas: las Filipinas, vocablo que deriva del nombre del rey Felipe II de España. Pero de aquellas "glorias imperiales" ha pasado mucho tiempo; tanto, que el legado español brilla por su ausencia o por su deterioro.

    La Manila española, el corazón colonial de la capital filipina, destruido en la Segunda Guerra Mundial y dejado a su suerte durante décadas, despierta ahora el interés de las autoridades filipinas. Ahora quieren que aquel pasado recupere su brillo y  arreglarlo para potenciar su interés cultural y que sea además un atractivo barrio de ocio y diversión.

    Tras soportar terremotos, tifones, incendios y sobre todo el intenso bombardeo de 1945, el barrio español de Intramuros ofrece hoy un aspecto decadente, invadido por cientos de chabolistas y con algunos de sus edificios emblemáticos e un estado cochambroso.


    La primera universidad de Asia

     
     
    Durante más de 300 años, Manila se vio enriquecida por la huella española con gran cantidad de monumentos: palacios privados y públicos, amplios conventos, bellos templos. Aquí se erigió la primera universidad de Asia, llamada la Real y Pontificia de Santo Tomás, mucho antes de que existieran las universidades de India o de las colonias inglesas de América.

    La ciudad amurallada fue el centro administrativo de Manila hasta que terminó la era colonial española en 1898. Atestada de coches, jeeps de transporte público y vendedores ambulantes, en algunas áreas son tan sólo las murallas exteriores las que recuerdan al visitante que se encuentra en un centro urbano de gran valor histórico.

    Algunos edificios emblemáticos destrozados por la guerra, como los antiguos Almacenes reales, el Ayuntamiento y la Intendencia, están siendo rehabilitados, pero otros son ya irrecuperables porque su antiguo espacio fue ocupado por otras construcciones o porque arreglarlos resulta excesivamente costoso.

    Otro de los grandes objetivos del plan es la construcción de un museo en la deteriorada iglesia jesuita de San Ignacio donde exhibir las 7.000 piezas de arte eclesiástico rescatadas de los templos arrasados durante la guerra y valoradas en 1.800 millones de pesos (29,5 millones de euros o 42,5 millones de dólares).

    Un parque temático del pasado español

    También planean montar un sistema de juegos de luces que por la noche ilumine de distintos colores los muros del Fuerte de Santiago, edificado por primera vez en 1571 por el conquistador Miguel López de Legazpi. Finalmente, pretenden crear una réplica en miniatura de los edificios antiguos y hasta de un galeón español, la única manera de recrear lo que ya no existe.

    Esta zona de ocio, que se terminará en los próximos meses en la antigua Maestranza, a la orilla del río Pasig y frente al popular barrio chino de Binondo, es el mascarón de proa de un proyecto que aspira a recuperar algunos de los edificios emblemáticos y hacer de la ciudad amurallada un lugar atractivo para los filipinos y también los turistas.

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