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miércoles, 27 de enero de 2016

POR QUÉ FILIPINAS SE LLAMA FILIPINAS. SU UNIÓN TERRITORIAL.

Artículo extraído de HÉROES ESPAÑOLES de Facebook.
https://www.facebook.com/1619931994931740/photos/a.1619941084930831.1073741827.1619931994931740/1682125952045677/?type=3&theater


26 de enero de 2016.
Hoy nos remontamos a un 26 de enero, pero de 1565, cuando López de Legazpi, el conquistador de las filipinas, tomó posesión para España de la isla de Guam (o de Los Ladrones), en el archipiélago de las Marianas.

Y es que las Filipinas no se llaman así por casualidad, si no que estas tierras, españolas entre 1566 y 1898, fueron así bautizadas en honor a nuestro rey, Felipe II.

...Tras demostrar Magallanes y Elcano la posibilidad de llegar desde América hasta Asia, y las Islas de las Especias, solo faltaba una ruta estable para comerciar con asiduidad, todo entorpecido porque los portugueses reclaman como suya aquella zona, consecuencia del tratado de Tordesillas, que divide el mundo en dos, al este de Brasil para Portugal, al oeste para España... pero como la Tierra es redonda, las posesiones acaban confluyendo y de nuevo surgen los problemas.


Felipe II manda al virrey de México que organice una expedición hacia el Pacífico, y de que participe Andrés de Urdaneta, un gran marino vasco, y fraile agustino. Junto con el virrey, Luis de Velasco, organizan la expedición y buscan un hombre con capacidad para ponerse al mando de la misma, proponiendo nuestro fraile a un familiar suyo, nuestro protagonista, Miguel López de Legazpi.


Escribano real, había nacido en una familia hidalga de Guipúzcoa, desempeñando cargos públicos desde muy joven. Con 40 años marcha a México desempeñando diversos cargos administrativos, y para cuando comienza nuestra aventura, ya consta casi de 60 años, 9 hijos, y una considerable fortuna.


A pesar de s
u edad, sus condiciones de fiel servidor del rey, autoridad natural, capacidad política, riqueza, y el hecho de que se acabase de quedar viudo, le hicieron merecedor del cargo, ante el cual sabría responder con creces.


Así, con 5 barcos y 380 hombres a sus órdenes, zarpa el 21 de noviembre de 1564 desde Jalisco, con dos firmes mandatos sobre su tripulación: guerra sin cuartel a los piratas y ladrones, y buen trato a los nativos.


Cruzan el Pacífico, llegan a las Marianas, Guam, y van hacia las Filipinas. Cuenta a su favor el buen trato que hacen de los nativos, ya que su método consiste en desembarcar, comprar alimentos, y tomar posesión de la tierra en nombre del Rey, casi siempre de acuerdo con los jefes locales, que odian a los portugueses, con su trato más depredador e irrespetuoso.


Así, una anécdota es la que ocurre en mayo de 1566. En Cebú, en el centro del archipiélago filipino, una canoa se acerca a La Capitana, el barco de Legazpi. Llegan dos jefes nativos fuertemente armados, Tupas y Tamuñán son sus nombres. Gente peligrosa, que ya tendieron una emboscada a los hombres de Magallanes bajo el pretexto de una fiesta. Tras dos proposiciones de paz por parte de Legazpi, han tenido que rendirse ante la superioridad de la artillería de los barcos españoles.


Aunque Tupas ha sido vencido, Legazpi quiere firmar la paz, y conforme a los usos locales. En una mesa hay tres tazas, una para cada hombre (Legazpi, Tupas y Tamuñan). Cada uno debe cortarse el pecho con su daga y verterla en la taza, sin manifestar el más mínimo dolor. Una vez junta la sangre de los tres, se mezcla con vino, y los tres hombres beben la mezcla, firmando un pacto de sangre, y asegurando el dominio español en las Filipinas.


Legazpi mandará poner en el mismo Cebú el cuartel general español en Filipinas, en buena parte debido a un hallazgo sorprendente. Al registrar una de las chozas, se encontró una imagen del Niño Jesús, aún venerada hoy en día. Lo más probable es que procediese de una expedición anterior. Tras esto, se consigue encontrar una ruta de vuelta a México por el norte de Filipinas, fortaleciendo las comunicaciones, y ante los nuevos hallazgos el rey Felipe II envía cuantiosos refuerzos a Legazpi.
Aunque ya anciano, Legazpi se encarga de toda la organización de los nuevos territorios, desde el sistema de encomiendas como en América, la ocupación de todas las islas, el comercio con China...
Finalmente, instala la capital en Manila, donde muere en 1572, tras conseguir la anexión a España de las 7100 islas que forman Filipinas, así como su pacificación, ya que antes de su llegada, muchas de ellas estaban enfrentadas a muerte entre sí. Poco tiempo después, se crearía en Manila la primera universidad asiática, la de Santo Tomás. Gracias a la toma de las Filipinas, se podría afirmar que en el Imperio Español, no se ponía el sol.

La imagen inferior simboliza el pacto de sangre con los indígenas Tupas y Tamuñán.







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